sábado

Cinco Adioses

 Explicaban en  intagram, en lugar donde se lee actualmente,  que hasta que no rompes 5 veces con la relación tormentosa no te liberas de ella. 5 veces. Llevamos 6 pero ésta  no dolió.




El aire es denso, las cortinas se contonean al son de una brisa caliente, el ventilador gira las aspas a ritmo acelerado como si quisiera romper con el bochorno del estío, como si se pudiera viajar al futuro arrancando las hojas de un calendario.

 

Avanza la serie en el televisor con mi  mirada fija  en la pared blanca de tan inmaculado  tono que permite entrar en trance a los pocos segundos. Las voces de los actores se alejan y son apenas perceptibles para mis tímpanos enmudecidos.

Si pudiera  caer al abismo que se me antoja a los pies del sofá podría suspenderme en el espacio, este aire tan denso que pretende abrasarme la dermis mientras yace  el cuerpo esclavo de mis pensamientos.

Ascendería hacia la estratosfera, suavemente, como los besos que acariciaron  tu espalda y llegaría a la cabeza del cielo. Quizás, desde ahí, todo se vería más claro: colarme entre las nubes y habitar entre tus sesos.

 Se han cargado al que parecía el protagonista, no sé cómo ha sucedido, como también ignoro qué ocurrió aquel día que decidiste abandonarme. Tu mente tiene razones que mi corazón no entiende.

En la consciencia el calor se lleva peor. 

 

 

 

1 comentario:

  1. Y volvemos, y volvemos... y sigue sin gustarnos las respuestas.

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