domingo

Desayuno Sin Diamantes

 "Un hombre roto te castigará por amarlo"




He sufrido una noche larga, sobrepasada entre comas y despertares, entre  calor y  frío, entre sueños y pesadillas. He amanecido tarde y resacosa, sin alcohol, sin fiesta y sin compañía.

Un desconocido me propone un plan que no me apetece hacer con él, solo contigo. Y al ritmo de Sabina le explico los motivos y razones por los que, mi padre, el hombre más feo del pueblo sedujo a mi madre, la más guapa. Por la causa opuesta, él, sin ser el más feo, a mí, sin ser la más guapa, no va a convencerme para que cruce el umbral de mi refugio.

Escribe como si nadie fuera a leerte pero algo me frena dentro y no me deja plasmar los porqués agudos que me afligen el pecho.

La soledad es apagar el teléfono para que no te contacten y a los tres días encenderlo y descubrir que nadie te ha contactado. 

Soy el alterego que siempre ha querido lo que tengo ahora. Levantarme tarde, comer mal, no dar explicaciones y peinarme solo si me apetece.

Éramos incompatibles, como el aceite lo es al agua,  yo tengo frío en verano, tú calor en invierno. Tus duchas templadas eran hielo en mi espalda. Te dolían mis besos masticados y no aguantó tu lomo mis afectuosos arañazos.

Lo sé todo. Lo presiento todo. Desconfiaste de tus ganas.

Siempre he querido lo que tengo ahora y tú has fastidiado mi sueño de ser libre.

1 comentario:

  1. Matar los demonios escribiendo es una terapia maravillosa.
    Hace años que la practico... pero.. pero... hay un problema... minutos después los demonios resucitan.

    Besos.

    ResponderEliminar

Pasos