martes

Desconcierto

 La jaqueca sigue atormentándome en pro de un verano tan contradictorio como tu comportamiento.

 

 




 

 La falta de interés es  desconcertante, hiela,  como este gélido mes  de Julio, no consigo abrigar mis carnes tremolosas cubiertas con vestidos primaverales y chaqueta de otoño 

 El frío entra por los pies y se cala en la espina dorsal, congelando el sitio exacto  donde tus defectos me parecían virtudes. 

Entre mis pérdidas, tus livianos recuerdos,  intento omitir también las promesas incumplidas. No hay olvido si no hay indulto y aquí ya no queda mucho por perdonar.

Volver a casa supone enfrentarme a mi niñez, al lugar donde los abrazos no existen. He creado mi propio hogar, lejos de la indiferencia y el menosprecio y me resisto a cruzar el umbral al pasado o a un futuro contigo que me lleve al mismo ayer, tan lejos del hoy.

 

Soy la dueña de las llaves y ya no hay con quién quiera compartirlas. 

 

 



 

Culpa y betún

No hay explicación que pueda saciarme, no hay rendición sin dolor






Al final entendí que lo que más me dolía era haberme equivocado. Me resistía a rendirme como me rebelaba, de pequeña, a abandonar en la playa  el castillo de arena que con tanta ilusión construí un futuro prometedor.

Me he perdonado. Y a ti conmigo. He cambiado la fábula que engañaba mi cabeza por un relato caduco, en el que ambos salimos perdiendo, de un pasado pisado y por un futuro halagüeño y lleno de posibilidades.  

A la par hice las paces con Toni, le perdoné su arrogancia, vi en su soberbia el pozo de sus carencias, las mías y  las tuyas. Mientras él fantaseaba con los pezones rosados de las chicas de la mesa contigua  a la nuestra, yo me perdía en mis pensamientos, fingiéndome atenta a su discurso, ridículo y grotesco a partes iguales. Y os libero de la carga de mi apego herido, no os pertenece,  me reclamo  y recupero de tus devaluaciones, al final fuiste tú el insuficiente para mí.

Ya no quedan rescoldos de odio. Tus presuntas mentiras se quedan contigo, en tu conciencia. Comprendo al niño herido que reside en tus tripas, aquel al que tampoco permitieron jugar con su castillo y, sin protesta, complació a su progenitor.

Y bailaré con el dolor hasta que el cansancio le haga parar. Aunque ya no haya música que suene ni bailarín que me acompañe. Cuesta,  como cuestan las cosas que quieres hacer bien,  cuesta,  como cuestan las cosas que  importan.


Me niego a formar parte de esta frivolidad, a las mentiras y secretos, al bótox contra arrugas de expresión,  a la satisfacción vacía e inmediata, a la recompensa por frustración, a las fotos posadas, al miedo al compromiso y al pavor a no destacar en un mundo de vaginas retocadas y  de bustos de pega que imitan la perfección. 

Y seguiré creyendo en el romanticismo, como fósforo superviviente de una caja de cerillas que siempre estuvo a medio terminar.

Encajo como un  poeta en tiempos modernos, no tengo miedo al abandono, no temo al dolor, soy valiente y  tú no estás a la altura de mis pensamientos.





domingo

Desayuno Sin Diamantes

 "Un hombre roto te castigará por amarlo"




He sufrido una noche larga, sobrepasada entre comas y despertares, entre  calor y  frío, entre sueños y pesadillas. He amanecido tarde y resacosa, sin alcohol, sin fiesta y sin compañía.

Un desconocido me propone un plan que no me apetece hacer con él, solo contigo. Y al ritmo de Sabina le explico los motivos y razones por los que, mi padre, el hombre más feo del pueblo sedujo a mi madre, la más guapa. Por la causa opuesta, él, sin ser el más feo, a mí, sin ser la más guapa, no va a convencerme para que cruce el umbral de mi refugio.

Escribe como si nadie fuera a leerte pero algo me frena dentro y no me deja plasmar los porqués agudos que me afligen el pecho.

La soledad es apagar el teléfono para que no te contacten y a los tres días encenderlo y descubrir que nadie te ha contactado. 

Soy el alterego que siempre ha querido lo que tengo ahora. Levantarme tarde, comer mal, no dar explicaciones y peinarme solo si me apetece.

Éramos incompatibles, como el aceite lo es al agua,  yo tengo frío en verano, tú calor en invierno. Tus duchas templadas eran hielo en mi espalda. Te dolían mis besos masticados y no aguantó tu lomo mis afectuosos arañazos.

Lo sé todo. Lo presiento todo. Desconfiaste de tus ganas.

Siempre he querido lo que tengo ahora y tú has fastidiado mi sueño de ser libre.

viernes

Un día Perfecto en Ninguna Parte

 “He estado esperando a alguien como tú. Alguien que me desafíe. Como una buena chica.”

                   




  La casa ordenada es el preludio a la paz del alma. El palo santo camufla el  olor a marihuana del piso colindante al mío.  Los cambios en uno mismo empiezan en el hogar y persistente la idea de mudarme de residencia cada vez con mayor convicción, como si fuera ésa la solución al resquicio de tu recuerdo que permanece en mi memoria.

 La vida es como un café, algunos lo beben  caliente , otros con hielo, con más o menos cantidad de leche, en vaso o taza, con azúcar o sacarina y un sinfín de opciones que en mayor o menor medida disfrazan el sabor auténtico de la sustancia.  Yo le echo canela, que mi abuela decía que era  el remedio para los males y tú elegiste tomarlo sin mí.

"1 piano y 2031 velas" en estos momentos, como una manifestación,  aparece ante mí el mejor de los anuncios. Y planeo la cita con esmero detalle: no puedo olvidar la toalla, pañuelos ni  chaqueta, que  el piano cala en los huesos y desgarra las penas. Ruego, ilusa, para que la gala sea íntima, que  las velas no deslumbren mi introspección y que se pare el mundo al compás de las teclas.

El  solista no tiene miedo a la soledad, ésa que  hace que uno, en su cobardía, se aísle. A mí siempre se me dio bien esconderme,  huir y escabullirme de los conflictos para después ignorar  el pasado  y  fingir que ir hacia el futuro  es tan sencillo como fácil es pasar la página de un libro. 

 

Fin de semana, preámbulo de vacaciones, la gente es amable y el mundo sonríe. 

  

 

 

 

 

  

 

 

 

 

jueves

El tiempo...se acaba

 Para que los monstruos  no te vean hay que dejar de respirar

 




 Los músculos me recuerdan que ayer estrené nuevo gimnasio, más lejos de casa, más grande, más frío... menos íntimo, querría haber hecho una analogía al alma pero para frivolidades ya estabas tú en  nuestra relación. Aprobé el debut a la incomodidad  bajo el atento escrutinio de ojos curiosos, algunos sin vergúenza ni  disimulo.

Ya no ocupas la mitad de mis reflexiones, te alejas y no me resisto a olvidarte. He recuperado el rincón del que te apropiaste en mi cabeza que antaño dedicaba a  puzzles y  autodefinidos. Y ahora,en lugar de pods de gurús del desamor, son audiolibros los que me acompañan en mis largos paseos a ninguna parte. 

La laca de uñas me hace saber que  los días pasan y se lleva consigo los males y las penas. Hay que echar lo viejo para dejar entrar lo "nuevo" pero no hay puertas en mi morada que permitan su acceso. Me pierdo en mis pensamientos desordenados de las cosas que me quedan por hacer y las pocas ganas de hacerlo.

Planeo días libres llenos de tiempos, de espacios que se me antojan mantener desocupados, de playas y verbenas cuya imagen descarto de mi mente inapetente . Puedo hacer todo lo que quiero y deseo no hacer nada.

Un whatssap propone  un café, me sobran excusas para rehusarlo y me faltan ganas para responder. 

Voy a ver una peli, sin manta,  y comeré  helado con cuchara grande.

miércoles

Resistencia al cambio

 Vengo de  la infancia....de donde proceden todos los traumas

 




 La gente de mi alrededor se empecina en buscarme compañía en un afán de evitarme la clausura del celibato que celoso me acompaña. 

Nada no cambia si uno no cree que deba modificarse y  la soledad y yo nunca nos hemos llevado mal. No necesito nada que no tengo, ni quiero aquello que no me pertenece, ni tu lengua a compartir, ni tus manos que acarician senos que no son los míos.

Nada no cambia si uno no cree que  deba hacerlo y las mentiras salen de tu boca y golpean con fuerza  mi aliento

No elijo lo que previamente no me ha elegido  a mí  y, sin embargo, intento deshacerme del mutismo que me reclamó en propiedad en el momento impúber donde se crearon mis trastornos

Nada no cambias porque no crees que debas cambiar y sigues equivocándote cuando infieres tus miedos en mis torpezas y escudas tus errores en  recelos infundados,... el párvulo temeroso que habita en mí renace de tu desconfianza.

Soy aquella que te miraba a los ojos para que leyeras en ellos lo que mis labios no sabían pronunciar y ahora sé que no sabías leer  pupilas. 

Eres maestro en justificar yerros, infractor impune de castigos. Quizás si hubiera cometido los errores que me achacas ya habría sanado las heridas que tus inseguridades me causaron.

Y, como antaño, comeré piruletas hasta que sanen las llagas purulentas de la niña que reside en un rinconcito lejano de mis entrañas

 

 

lunes

Si te comparo también tú sales perdiendo

 

 "...simplemente porque los huevos no pueden bailar con las rocas"

 



 La ilusión amanece en mí con un nombre distinto al tuyo. Recibo sin desearlo aquello que a ti te costó tanto darme.Y todos los reproches que no te hice se acumulan ahora que no estás, en un intento de  reafirmar las razones para olvidarte.

 La segunda vez en 24 horas que, quizás por despiste,  ingiero amoxicilina por paracetamol, desconozco si en un empeño  deliberado de lastimar la fuente de mis recuerdos.

Dudo de si la jaqueca martillea mis pensamientos o si son éstos  los culpables de las punzadas de mis sienes. En ambos casos,  intentando mutilar los resquicios de tu huella.

Tu evitación por filofobia encajaba con mi ansiedad de  abandono como piezas de dos puzzles  ajenos.

Tengo un viaje pendiente, vacaciones por disfrutar y apatía  por elección que me abruman tanto que por no saber, ignoro hasta por dónde empezar.

Un mail me recuerda que tengo una cena  con 17 desconocidos a la que no voy a ir alegando apetito de paz mental.

viernes

De Soltares

 Nos aferramos a lo que nos pertenence como un niño no quiere soltar el juguete prestado

 

 


   
 Suelta.

Amanece un 10 de Julio gris mimetizando con mi alma. Humedad en el ambiente,  huele a tierra mojada y la bajada de temperaturas, no conforme, amenaza con precipitaciones. Una tormenta de verano, concluyen los entendidos. Una tregua al bochornoso lamento de un estío tan intenso como mis ganas contigo.

 

La disponibilidad emocional retuma en los radares de los solteros como la velocidad  de un kamikace frente a un control policial. Cafés y citas que verifican  que mi corazón está de vacaciones a un lugar remoto, muy alejado de mi pecho.

Soy experta en aferrarme a las expectativas y como parcelas de tierra por labrar...siembro sueños rotos en un campo frondoso de ilusiones.

 

  Suelta.

Una tarde de cine, un paseo por los delirios de la esperanza, un encuentro con aquellas desconocidas que fueron mis amigas,... epílogo de intentos frustrados de olvidarte, como el que sustituye el azúcar por sacarina.

 

Suelta

Y desde el momento que decidiste salir de mis pensamientos me refugio en el tiempo, que todo lo cura, para que como tiritas en herida abierta, sane las llagas que hurgan  mis entrañas relevando la cita del psicólogo por un podcast de autoayuda,

 

 

 

martes

Vacía y sin embargo... tan llena

 Los trastornos no trabajados se contagian como fruta madura contamina a sus compañeras de bandeja.

 

 

 



El vacío lleva tu nombre

 

El lamento de mis tripas predomina sobre el ruido  vacuo de   mis pensamientos . Un café, por compasión. 

Con el vaho del calor que emana la habitación de mi pecho dibujo nubes en las ventanas de mis entrañas. Se respira soledad.

Hubo un tiempo en el que me creí tus palabras, como cuando un niño cree en las de su madre cuando le habla de Santa Claus.  

Ansiedad por transición. Tu distancia me enseñó a acompañarme y ahora no sé estar contigo ni sin mí.

 

 El silencio ensordecedor calma los pasos a ninguna parte. Desespero. Acallo los lamentos de mis vísceras  con algún gurú que promete la  autosuficiencia en spotify

Montaña rusa emocional. No te juzgo, te escucho plácidamente  con el mismo amor de una abuela a un nieto que yace enfermo pero para ti no es suficiente, nada de lo que me concierne lo es y, sin embargo, me eliges, una y otra vez para comprobar  después que no soy apta ni conveniente.

 

Aprobación y devaluación. Y como un perro con sarna, lamo las heridas de mi cuerpo con sobredosis de aliados de los que tanto escaseas y aborreces.

Tu límite es mi condena. Tu distancia mi salvación.

 


sábado

Cinco Adioses

 Explicaban en  intagram, en lugar donde se lee actualmente,  que hasta que no rompes 5 veces con la relación tormentosa no te liberas de ella. 5 veces. Llevamos 6 pero ésta  no dolió.




El aire es denso, las cortinas se contonean al son de una brisa caliente, el ventilador gira las aspas a ritmo acelerado como si quisiera romper con el bochorno del estío, como si se pudiera viajar al futuro arrancando las hojas de un calendario.

 

Avanza la serie en el televisor con mi  mirada fija  en la pared blanca de tan inmaculado  tono que permite entrar en trance a los pocos segundos. Las voces de los actores se alejan y son apenas perceptibles para mis tímpanos enmudecidos.

Si pudiera  caer al abismo que se me antoja a los pies del sofá podría suspenderme en el espacio, este aire tan denso que pretende abrasarme la dermis mientras yace  el cuerpo esclavo de mis pensamientos.

Ascendería hacia la estratosfera, suavemente, como los besos que acariciaron  tu espalda y llegaría a la cabeza del cielo. Quizás, desde ahí, todo se vería más claro: colarme entre las nubes y habitar entre tus sesos.

 Se han cargado al que parecía el protagonista, no sé cómo ha sucedido, como también ignoro qué ocurrió aquel día que decidiste abandonarme. Tu mente tiene razones que mi corazón no entiende.

En la consciencia el calor se lleva peor.