Si el karma existe merezco de vuelta todos los errores que cometí.
Tres noches de intensa conversación, la conexión es evidente. Los silencios no molestan, las palabras fluyen , el tono se relaja, las sonrisas ya no se disimulan y, como jabón de manos,...me escapo diluyéndome por los minutos sin contestar, refugiándome en un mutismo eterno. Hay mucho que procesar.
Lo desconocido asusta, a mí me atemoriza por su decepción, por las malditas idealizaciones. que confunde fantasía con realidad, hambre por excitación, vigilia por sueño,... y cuando hay que avanzar, retrocedo.
Pendientes muchas respuestas y tras un dilema existencial provocado por falta de atención y cariño, el mismo que tanto me esfuerzo en repeler por yo no sé qué razón o motivo, los objetivos se difuminan en el horizonte truncándose las necesidades de olvido.
Y ahora que ha vuelto el temido frío, la humedad en los huesos, el temblor en los labios, la piel de gallina, los estremecimiento en la espalda, ... se acentúa la necesidad de compartir calor humano,, la soledad precede al onanismo como el odio al rencor y no hay mejor manera de superar una tentación que sucumbir a ella.





