jueves

El tiempo...se acaba

 Para que los monstruos  no te vean hay que dejar de respirar

 




 Los músculos me recuerdan que ayer estrené nuevo gimnasio, más lejos de casa, más grande, más frío... menos íntimo, querría haber hecho una analogía al alma pero para frivolidades ya estabas tú en  nuestra relación. Aprobé el debut a la incomodidad  bajo el atento escrutinio de ojos curiosos, algunos sin vergúenza ni  disimulo.

Ya no ocupas la mitad de mis reflexiones, te alejas y no me resisto a olvidarte. He recuperado el rincón del que te apropiaste en mi cabeza que antaño dedicaba a  puzzles y  autodefinidos. Y ahora,en lugar de pods de gurús del desamor, son audiolibros los que me acompañan en mis largos paseos a ninguna parte. 

La laca de uñas me hace saber que  los días pasan y se lleva consigo los males y las penas. Hay que echar lo viejo para dejar entrar lo "nuevo" pero no hay puertas en mi morada que permitan su acceso. Me pierdo en mis pensamientos desordenados de las cosas que me quedan por hacer y las pocas ganas de hacerlo.

Planeo días libres llenos de tiempos, de espacios que se me antojan mantener desocupados, de playas y verbenas cuya imagen descarto de mi mente inapetente . Puedo hacer todo lo que quiero y deseo no hacer nada.

Un whatssap propone  un café, me sobran excusas para rehusarlo y me faltan ganas para responder. 

Voy a ver una peli, sin manta,  y comeré  helado con cuchara grande.

miércoles

Resistencia al cambio

 Vengo de  la infancia....de donde proceden todos los traumas

 




 La gente de mi alrededor se empecina en buscarme compañía en un afán de evitarme la clausura del celibato que celoso me acompaña. 

Nada no cambia si uno no cree que deba modificarse y  la soledad y yo nunca nos hemos llevado mal. No necesito nada que no tengo, ni quiero aquello que no me pertenece, ni tu lengua a compartir, ni tus manos que acarician senos que no son los míos.

Nada no cambia si uno no cree que  deba hacerlo y las mentiras salen de tu boca y golpean con fuerza  mi aliento

No elijo lo que previamente no me ha elegido  a mí  y, sin embargo, intento deshacerme del mutismo que me reclamó en propiedad en el momento impúber donde se crearon mis trastornos

Nada no cambias porque no crees que debas cambiar y sigues equivocándote cuando infieres tus miedos en mis torpezas y escudas tus errores en  recelos infundados,... el párvulo temeroso que habita en mí renace de tu desconfianza.

Soy aquella que te miraba a los ojos para que leyeras en ellos lo que mis labios no sabían pronunciar y ahora sé que no sabías leer  pupilas. 

Eres maestro en justificar yerros, infractor impune de castigos. Quizás si hubiera cometido los errores que me achacas ya habría sanado las heridas que tus inseguridades me causaron.

Y, como antaño, comeré piruletas hasta que sanen las llagas purulentas de la niña que reside en un rinconcito lejano de mis entrañas

 

 

lunes

Si te comparo también tú sales perdiendo

 

 "...simplemente porque los huevos no pueden bailar con las rocas"

 



 La ilusión amanece en mí con un nombre distinto al tuyo. Recibo sin desearlo aquello que a ti te costó tanto darme.Y todos los reproches que no te hice se acumulan ahora que no estás, en un intento de  reafirmar las razones para olvidarte.

 La segunda vez en 24 horas que, quizás por despiste,  ingiero amoxicilina por paracetamol, desconozco si en un empeño  deliberado de lastimar la fuente de mis recuerdos.

Dudo de si la jaqueca martillea mis pensamientos o si son éstos  los culpables de las punzadas de mis sienes. En ambos casos,  intentando mutilar los resquicios de tu huella.

Tu evitación por filofobia encajaba con mi ansiedad de  abandono como piezas de dos puzzles  ajenos.

Tengo un viaje pendiente, vacaciones por disfrutar y apatía  por elección que me abruman tanto que por no saber, ignoro hasta por dónde empezar.

Un mail me recuerda que tengo una cena  con 17 desconocidos a la que no voy a ir alegando apetito de paz mental.

viernes

De Soltares

 Nos aferramos a lo que nos pertenence como un niño no quiere soltar el juguete prestado

 

 


   
 Suelta.

Amanece un 10 de Julio gris mimetizando con mi alma. Humedad en el ambiente,  huele a tierra mojada y la bajada de temperaturas, no conforme, amenaza con precipitaciones. Una tormenta de verano, concluyen los entendidos. Una tregua al bochornoso lamento de un estío tan intenso como mis ganas contigo.

 

La disponibilidad emocional retuma en los radares de los solteros como la velocidad  de un kamikace frente a un control policial. Cafés y citas que verifican  que mi corazón está de vacaciones a un lugar remoto, muy alejado de mi pecho.

Soy experta en aferrarme a las expectativas y como parcelas de tierra por labrar...siembro sueños rotos en un campo frondoso de ilusiones.

 

  Suelta.

Una tarde de cine, un paseo por los delirios de la esperanza, un encuentro con aquellas desconocidas que fueron mis amigas,... epílogo de intentos frustrados de olvidarte, como el que sustituye el azúcar por sacarina.

 

Suelta

Y desde el momento que decidiste salir de mis pensamientos me refugio en el tiempo, que todo lo cura, para que como tiritas en herida abierta, sane las llagas que hurgan  mis entrañas relevando la cita del psicólogo por un podcast de autoayuda,

 

 

 

martes

Vacía y sin embargo... tan llena

 Los trastornos no trabajados se contagian como fruta madura contamina a sus compañeras de bandeja.

 

 

 



El vacío lleva tu nombre

 

El lamento de mis tripas predomina sobre el ruido  vacuo de   mis pensamientos . Un café, por compasión. 

Con el vaho del calor que emana la habitación de mi pecho dibujo nubes en las ventanas de mis entrañas. Se respira soledad.

Hubo un tiempo en el que me creí tus palabras, como cuando un niño cree en las de su madre cuando le habla de Santa Claus.  

Ansiedad por transición. Tu distancia me enseñó a acompañarme y ahora no sé estar contigo ni sin mí.

 

 El silencio ensordecedor calma los pasos a ninguna parte. Desespero. Acallo los lamentos de mis vísceras  con algún gurú que promete la  autosuficiencia en spotify

Montaña rusa emocional. No te juzgo, te escucho plácidamente  con el mismo amor de una abuela a un nieto que yace enfermo pero para ti no es suficiente, nada de lo que me concierne lo es y, sin embargo, me eliges, una y otra vez para comprobar  después que no soy apta ni conveniente.

 

Aprobación y devaluación. Y como un perro con sarna, lamo las heridas de mi cuerpo con sobredosis de aliados de los que tanto escaseas y aborreces.

Tu límite es mi condena. Tu distancia mi salvación.

 


sábado

Cinco Adioses

 Explicaban en  intagram, en lugar donde se lee actualmente,  que hasta que no rompes 5 veces con la relación tormentosa no te liberas de ella. 5 veces. Llevamos 6 pero ésta  no dolió.




El aire es denso, las cortinas se contonean al son de una brisa caliente, el ventilador gira las aspas a ritmo acelerado como si quisiera romper con el bochorno del estío, como si se pudiera viajar al futuro arrancando las hojas de un calendario.

 

Avanza la serie en el televisor con mi  mirada fija  en la pared blanca de tan inmaculado  tono que permite entrar en trance a los pocos segundos. Las voces de los actores se alejan y son apenas perceptibles para mis tímpanos enmudecidos.

Si pudiera  caer al abismo que se me antoja a los pies del sofá podría suspenderme en el espacio, este aire tan denso que pretende abrasarme la dermis mientras yace  el cuerpo esclavo de mis pensamientos.

Ascendería hacia la estratosfera, suavemente, como los besos que acariciaron  tu espalda y llegaría a la cabeza del cielo. Quizás, desde ahí, todo se vería más claro: colarme entre las nubes y habitar entre tus sesos.

 Se han cargado al que parecía el protagonista, no sé cómo ha sucedido, como también ignoro qué ocurrió aquel día que decidiste abandonarme. Tu mente tiene razones que mi corazón no entiende.

En la consciencia el calor se lleva peor. 

 

 

 

jueves

Un casi que nunca llega

 Casi te llamo ayer

 

   "Lo nuestro fue una multiplicación por cero, por muchas cifras que tenía para reproducirte el resultado era inexistente"

 

    Casi te llamo ayer hasta que recordé  que a ti te faltaron horas del día, días en la semana 

    y semanas en el mes para regalarme tu tiempo.

 

               Y hasta he perdido la cuenta de los mañanas y lo ayeres que me debes.


Casi te llamo ayer, igual te casi llamo mañana.

Por si te interesa

"Me he levantado tres veces a calentar el café que se enfría en mis manos a medida que mueren los recuerdos que, celosa, te guardaba mi memoria."






Y vengo a contarte que ya no tengo redes sociales, para encontrarme fuera de ellas, que me he comido de una sentada la bolsa de dátiles y que en un acto de rebeldía he roto los seis meses de abstinencia de harina. 

Déjame que te cuente que me opongo a perder tu imagen en mi cabeza como se resisten las aves a abandonar su nido cuando  el invierno acecha. 

Sigo contando que ya no sonrío con los ojos,  soy comercial sin comisión de ventas, un rictus de melancolía se ha apoderado de mis comisuras y ansío un golpe en la espada de que todo va a ir bien o que no te vas sino que  te acercas.

Enloquezco con un falso presentimiento de esperanza de que apareces tras una esquina y fantaseo con pernoctar en tu compañía, que me hace el alma más alegre y la noche menos fría.

Permíteme que te cuente, porque no quiero olvidarme,  que me esfuerzo en entender de dónde salieron las expectativas frustradas que destrozaron las ilusiones de lo que sí me dabas.

Que los días con tu ausencia son eternos como efímeras eran las tardes cuando sentía tu presencia.

Consiénteme que  cuente, porque me niego a olvidarte, los te quieros que me callo para que tus oidos nunca atiendan.





viernes

Te regalo mi alma

 



Quería regalarte, por el mero hecho de compartir, un pedazo de mi alma.   Para que la colgaras en la pared de tu dormitorio. 
Quería posar frente a ti desnuda, hasta que cerrando los ojos consiguieras recordar todos los pliegues las arrugas y los lunares de los que  mi cuerpo dispone.

Quería que se difuminaran los secretos, las dudas y los  miedos que se interponen en su destino y que con un trazo de tus dedos pudieras desdibujar la distancia exacta que recorriera mi cadera hasta tus manos.

Y por querer quise decirte y por querer quise quererte. Y aún sin poder darte todo aquello que tu silencio me exigía 
por el mero hecho de compartir te habría dado todo el cariño de mis entrañas.

Y hoy despierto del aturdimiento de mis sentidos, de mis sueños y de mis ganas  y desvanece frente a mis ojos la ilusión  que me acompañaba al alba.

Recobro la posesión de mi alma, envuelta y con un lazo, pues no había pared en tu dormitorio capaz de soportarla.


martes

Y cuando aún puedas más...ríndete

"No te rindas pequeña, corre hasta que tus pies duelan tanto que  no notes las lágrimas deslizar por tus mejillas"

 

 De rendirse y otras sabidurías.

 

    Hoy me he rendido y no a ti, ni a tus tiempos eternos que perennemente solícita cumplía con su espera, ni a tus silencios devastadores  cuyo eco ensordecían mis tímpanos, ni  a tus nulas  ganas de tenerme en una posterga infinita del encuentro. 

  No, hoy me he rendido pero no a ti, ni a tus reproches por mis errores no cometidos, por no alcanzar el suficiente en un examen en el que no me presenté. Por no ver mi reflejo en tu mirada perdida, tan alejada de mí.

 


 No, hoy me he rendido y no a ti. Me he rendido al alma misma, he dejado de bailar en una orquesta sin música, de saltar sobre  charcos desecados, de buscarte en mis mejores fantasías.

 

   Me he rendido a mí y así,  el nudo que me oprimía el pecho se ha desatado y al salir volando las esperanzas  el escudo del dolor me ha arrancado el corazón. 

   Me he rendido, sí,  y ahora... yago llena de esperanza pero vacia de amor.